martes, 3 de febrero de 2015

El esperpento del #Cubidou

Quién nos iba a decir que, en Málaga, íbamos a tener un Centro de Exposiciones, en el Muelle Uno, y que, desde el principio, incluso antes de que estuviera terminado, estaría rodeado de polémica, porque los malagueños somos así. No aceptamos una gestión exitosa de nuestros gobernantes.

Cuando se gestó el Plan del Puerto, con el Muelle Uno, se destinó un espacio para uso municipal pero, eso sí, sin definir (Es el nuevo Planeamiento, definimos los espacios y, después, establecemos las necesidades). Así estuvo mucho tiempo, sin saber qué hacer, con qué rellenarlo, hasta que, de buenas a primeras, nuestro Alcalde, nos sorprendió con un acuerdo con el Centro Pompidou para implantar una sede del mismo en el Cubo del Puerto (a partir de ahora, nos referiremos a este espacio como el #Cubidou, que no recuerdo quien le puso ese acertado nombre. Lo siento).

¡Gran acuerdo!

Pero claro, esto sucede en diciembre de 2013, un preacuerdo pero aún nos queda cerrar el acuerdo definitivo, acondicionar el espacio para que sirva como Centro de Exposiciones y disponible en un corto plazo de tiempo, para que los malagueños lo puedan disfrutar cuanto antes, aunque la mayoría de visitas vendrán por parte de los turistas atraidos por este espacio cultural, a razón de unos 200.000 al año. El que coincida la inauguración justo antes de las elecciones de 2015, es pura casualidad.

Y aquí, que vienen los desaguisados, uno detrás de otro. Primero con la redacción de un proyecto a "matacaballo", con el inconveniente de que, al no estar completamente definido el acuerdo, ni los requerimientos que exigía el Centro Pompidou para ceder las obras, se hace difícil cerrar un proyecto que contemple todas las necesidades. Aún así, se redacta y aprueba "un proyecto" y lo que necesitemos después, lo incluimos en un "modificado convencional", que la Ley lo contempla, aunque no creo que sea como se ha establecido, por requerimientos de terceros interesados sino por requerimientos propios de la ejecución de obra.

Una vez salvado el escollo del proyecto, que no se puede adecuar a las necesidades de la obra, al no estar fijadas, se encuentran con el escollo de la disponibilidad de los terrenos para poder licitar y adjudicar la obra. ¡Vaya!, que para poder adjudicar una obra es necesario  disponer del espacio que se quiere transformar. Y no está a disposición. ¡Todo son pegas!

¡No importa!, debió pensar alguien, lo adjudicamos "provisionalmente" y aplazamos, el incio de las obras, a la puesta a disposición del espacio y, así, vamos ganado tiempo. Y he aquí que, alguien más "Cuco" debió pensar más allá y que, con la excusa de tomar medidas y reconocer el espacio -que queremos acondicionar pero aún no sabemos muy bien cómo- podíamos empezar las obras sin que nadie se entere y avanzamos más. Y he aquí que alguien se debió chivar al Puerto con el consiguiente "cabreo" y paralización de las obras, puesto que es el propietario, y responsable, del espacio.

Resuelto el asunto de la puesta a disposición de los terrenos, se empieza legalmente la obra. Pero, al poco tiempo, caen en la cuenta que les faltan una "pila" de cosas -probablemente, las prisas en la redacción del proyecto y/o los nuevos requerimientos-. Un lío, porque en primer lugar ¿Cómo se modifica un proyecto que ya cuenta con un modificado convencional? y, en segundo lugar, si se quiere hacer todo lo que se necesita, el modificado se pasaría del 50% que permite la ley. Entonces, tendrían que renunciar a algo pero, para poder encajar el puzzle, han debido pensar que hacían un modificado, del modificado convencional, y lo que no entrara lo contratarían como obras independientes, aunque, en realidad, deberían estar incluidas en el nuevo modificado, puesto que se trata del mismo objetivo de la obra principal, el acondicionamiento del #Cubidou. ¡Un lío!

Dicho y hecho, así sacaron a licitación los sillones escamoteables del "Centro Cultural Muelle I" ¿Dónde está eso? pues, efectivamente, en el #Cubidou:
  • ¡Oiga! pero si ya hay una obra de acondicionamiento de ese espacio, métalos Ud. en el modificado que está haciendo. 
  • No, esto es un centro cultural en el Muelle Uno, no es el #Cubidou. ¿¿??
  • ¡Ahhhh!

Por fín, y al cabo de unos días, se consolida la idea del modificado del "modificado convencional" del proyecto original y, como era de esperar, justo hasta el máximo que la ley permite, el cincuenta por ciento, pero ésto también es pura casualidad. (Bueno, aún siendo muy poco probable que coindidan, a lo mejor no lo es tanto, si tirásemos de estadísticas).

En definitiva, y a pesar de los casi 7 millones de euros gastados a dia de hoy, lo más importante no es el dinero gastado, aún siendo importante, sino la cantidad de despropósitos que se pueden perpetrar bordeando la legalidad o, tal vez, habiendola traspasado en algún momento.

NOTA: Según me Indica Fernando Ramos en Facebook, fue Capitan_Ahab el primero al que le escuchó el término #Cubidou.

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