domingo, 19 de mayo de 2013

Marketing

En nuestra sociedad, hay algo que ha hecho mucho daño en la comunicación y en la credibilidad, y no es otra cosa que el marketing, que en un primer momento fue comercial pero que se ha ido extendiendo a todos los ámbitos de la vida. El potenciar unos valores, aunque sean mínimos, escondiendo los perjuicios, aunque sean grandes es lo que llamamos marketing.

Una de las mayores desgracias que hemos tenido con el marketing, desde mi punto de vista, ha sido "la grúa municipal", que para que no resultara temerosa a los ciudadanos, se la bautizó como:

"SERVICIO DE APOYO A LA CIRCULACIÓN."

Si la grúa municipal retirara de la circulación aquellos coches que, de verdad estorban, y entorpecen el tráfico, aún podría asumirse pero, como todo es comercial, retiran aquellos coches, mal aparcados, que les pillan más a mano. (Si existiera el #OpenDataMalaga podríamos situar una marca por cada coche retirado de la circulación y tendríamos una clara idea del trabajo que hacen y no cabrían suposiciones a su trabajo.)

La otra mayor desgracia que nos ha traido el marketing es la de las tarifas de las operadoras de telefonía que, con su gran eslogan, nos han cambiado por completo el concepto de GRATIS:

"Por sólo XX,XX€ al mes, TODAS las llamadas nacionales ¡GRATIS! las 24 horas del día,".

No hombre NO, si pago algo, aunque me des mucho, será barato, e incluso "tirao", pero nunca gratis porque para ello deberías dármelo sin pagarte nada a cambio. Si pago, no es grátis.

Pues el marketing se desplazó hacia la vida política y este mismo planteamiento es el que nos hacen con los Baños del Carmen, que nos van a salir GRATIS, sin tener que poner nada encima de la mesa. ¡Que lo pone todo la concesionaria! y que nosotros sólo tenemos que mirar y disfrutar.

Pues NO, nuevamente el marketing nos envuelve en su palabrería y no nos dice toda la verdad. Es cierto que no tendríamos que poner nada del dinero que tuvieramos recaudado, pero tampoco es cierto que nos salga gratis, sin poner nada a cambio.

Tenemos que poner, por un lado, otros 50 o 75 años de concesión de un espacio que es de todos y que, como nos pasa ahora, no podremos hacer nada, en "nuestro espacio", a no ser que rescatemos la concesión. No sé si será mucho o poco (por la de ahora se hablaba de un "pastizal") pero sé que es algo que es nuestro y que lo vamos a ceder a cambio del proyecto.

Por otro lado, para poder hacer la obra, y que la costee el privado, debemos poner encima de la mesa unos aprovechamientos urbanísticos, que son nuestros, para que se pueda construir el Hotel y el Aparcamiento subterráneo. Vuelvo a lo mismo de antes, no sé cuánto puede suponer la valoración económica del asunto pero es algo, nuestro, que se lo tenemos que conceder al privado a cambio de las obras.

Por lo tanto, por favor, no vuelvan a decir que no nos costaría nada el que se hicieran las obras, que sí nos van a costar, y que no sé si merecerá la pena prescindir de nuestras propiedades a cambio de ella o no, pero costarnos nos van a costar. Quizás, merezca la pena ceder nuestras propiedades a cambio de la obra, pero para para eso están nuestras autoridades, que son las encargadas de explicar de dónde sale el coste de las obras y en cuanto se valora lo que tendremos que ceder para que el intercambio sea justo y nadie salga muy beneficiado.

Yo creo que, el rechazo que ha habido al proyecto presentado esta semana, viene producido por la inseguridad que se crea en la población ante cualquier actuación de este tipo, debido a que nadie se fia de nuestros regidores municipales, mucho más, después de ver la gestión que han realizado con los chiringuitos del Paseo Marítimo. Si son capaces de explicarnos bien las cosas, puede ser que hasta estemos de acuerdo con el proyecto. Pero tiene que dar muchas explicaciones después de lo que estamos viviendo. Hay que cambiar #Marketing por #transparencia.

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