lunes, 21 de mayo de 2012

La Globalización

Anoche, no pude ver el programa de la cadena de televivión La Sexta: SALVADOS de Jordi Evole en el que se tratan, con mucha ironía, temas de candente actualidad. En esta ocasión, el tema era la crisis económica en la Unión Europea y, para hecer el seguimiento en twitter, estaba el hastag #Alfilodelrescate.
Como primera sorpresa te encuentras este twit:



¿De qué se trata? Es la primera pregunta que se te ocurre. Un frutero griego ¿Qué tiene que ver con Rajoy? pues está claro, para enterarte, no hace falta más que pinchar en el enlace y, "et voilà" aquí está el griego y lo que dice


¡Cómo puede un griego saber quien es Rajoy! Pues gracias a la globalización y ¡Cómo puede saber la política que practica Rajoy! pues eso la globalización. Pero además, no hace falta saber griego para saber que puede estar diciendo el frutero griego. Eso ya no es la globalización, es el lenguaje universal de signos.

Pero donde de verdad saltó la sorpresa para mí, fue en la entrevista que el presentador le hizo al exministro Mayor Zaragoza y las verdades que dijo pero lo realmente interesante y esperanzador fue el punto de vista aportado por D. Federico poniendo luz en un túnel oscuro y que se puede atravesar sin tener que morir en el intento.

Se puede salir de ésta, y se puede salir bien, aunque habrá daños porque salir de esta indemne, es imposible. Pero se puede salir. Y se puede salir, si cada uno de nosotros damos un pasito, habremos dado un gran salto pero si no hacemos nada, seguiremos en manos de los que mandan. Y no hacen falta grandes gestos, ni grandes hazañas para que esto se mueva y ha puesto el ejemplo de Rosa Parks.

Rosa Parks era una costurera negra de Montgomery que no se levantó del autobús cuando subió el hombre blanco. Esto provocó que esa noche durmiera en comisaría en lugar de su casa. Con esto, se desencadenó el mayor boicot de la población negra a los autobuses en Alhabama. Fue la que hizo que Marting Luther King pronunciara a quella histórica frase: "He tenido un sueño". Rosa Park es la que hizo posible que un negro esté al frente de la Casa Blanca hoy en día.

Todos estos hechos encadenados partieron de un pequeño gesto: Una costurera negra que no le cedió su sitio en el autobús a un hombre blanco. Por eso, no hacen falta grandes gestos para que las cosas se muevan sino pequeños gestos de muchas personas.

Pero la gran diferencia entre la sociedad de aquella época con la actual es que, en aquella época, eran solidarios mientras que en nuestros días somos individualistas. Nos han hecho así los que mandan para poder manejarnos mejor y a los que se agrupan los intentan ridiculizar y desprestigiar porque saben que la unión de muchos pequeños pueden hacer uno grande y eso, ante todo, no puede pasar.

Aquí os dejo el enlace del relato de D. Federico Mayor Zaragoza



viernes, 18 de mayo de 2012

Mi huerto

Desde muy pequeño he deseado poder vivir la vida que se vive en un pueblo, siempre la he visto con un punto de envidia. Creo que se trata de una vida mucho más natural, seguro que por el contacto más directo con la naturaleza y la vida, al contrario que en la ciudad, donde el contacto directo es con lo inerte, asfalto, coches, ladrillo, hormigón, etc.

De hecho, la convivencia en un pueblo tiene mucha más interacciones entre los individuos que forman esa sociedad, lo que te lleva a tener mas vida propia -el roce hace el cariño-, mientras que en la ciudad el roce es con nuestro coche, nuestro iPod, nuestro teléfono móvil, etc.

Por esto, desde siempre he deseado tener un huerto y cuando me mudé, en el año 2003, a la nueva casa fue lo primero que procuré: MI HUERTO.



 No estuvo exento de tiras y aflojas con el resto de la familia ya que yo buscaba un sitio soleado (no en medio, pero soleado) mientras que el resto de la familia se decantó por la discreción, ante todo. Al final, conseguí un terrenito, en una esquina trasera de la parcela, de unos 20 metros cuadrados. Posteriormente conseguí expropiar otra tira de terreno consiguiendo juntar 25 metros cuadrados.
En este huerto consigo poner, en esta época, tomates, berenjenas, pimientos, pepinos y calabacines. Como podéis ver en las fotos, tengo puestas de calabacines, berenjenas y pepinos dos matas y de pimientos ocho, que dan suficiente para disfrutarlos. Pero mi verdadera pasión son los tomates, sobre todo los de toda la vida, por eso tengo puestas más de quince matas, seis de una clase, ocho de otra y cinco de una muy especial, de "huevo de toro" (mi amigo Pepe me las ha proporcionado) que son la expectación del año. A ver qué sale.

En estos años hemos conseguido buenas cosechas, sobre todo al principio, debido a la ilusión y la falta de Lucky, el perro de casa, que por intentar atrapar los pájaros que visitan el huerto se lo lleva todo por delante.

En fín, esperemos que este año sea bueno, aunque sólo sea en el huerto

Aquí os dejo unas fotos de las plantas creciendo y empezando a dar frutos.





lunes, 14 de mayo de 2012

Sigo Flipando con los políticos

Con la que está cayendo (la bolsa por los suelos, en niveles del 2003, y la prima de riesgo por las nubes. más de 480 (me acuerdo cuando sobre-pasamos los 300 y decían que era la hecatombe y que si pasabamos de 400 nos intevenían). Bueno, pues algo de eso hay, no me queda la menor duda porque nuestro Presidente del Gobierno, cuando presentó los presupuestos nos dijo: "No son los presupuestos que me huniera gustado hacer". Entonces, ¿A quien le han gustado estos presupuesto?.
En todo este "maremagnum" nos encontramos, por el pinchazo descomunal de la burbuja inmobiliaria (bueno, y lo sinvergüenzas que son nuestros políticos), con el desplolme de la vivienda y del sector de la construcción que tanto crecimiento nos ha dado en este país. Resultado: que nadie quiere oir, ni hablar, de promociones inmobiliarias. Y menos, de las macro-operaciones de los macro-convenios urbanísticos. Sí, hombre sí, aquellas que por pasar de una edificabilidad de 0,34 a 1 m2techo/m2Suelo te "endiñaban" más de 80 MILLONES de EURACOS (bufff, ¡casi ná!). Bueno, esto no era beneficio puro y duro, se supone que se firmaba un convenio porque había que dotar la zona con equipamientos, zonas libres e infraestructuras y, en función del coste de esas dotaciones, se estimaba la cantidad de edificabilidad con la que había que dotar los convenios (CONVENIO DE REPSOL pag 47).
También diré, que hay quien dice que no se valoraban las necesidades sino que se estimaba la máxima edificabilidad que se le podía asignar al suelo y luego se buscaba en qué emplearlo, ya que desde la entrada en vigor de la LOUA este dinero sólo podría emplearse en incrementar el Patrimonio Municipal del Suelo y, en una modificación posterior, se aprobó que sólo podría emplearse una vez aprobado definitivamente dicho convenio.
Bien, pues en esto que estamos de la explosión de la burbuja inmobiliaria, como es normal, aparece el Sr. de la pasta y nos dice que como se ha desplomado el negocio, que no nos puede pagar lo que nos prometió. En esta tesitura, parece que sólo queda una solución: Rescindir el convenio que, por otra parte, viene estipulado en las condiciones del mismo (último punto del convenio). Bien, pues con estos nuevos condicionantes se re-estudia la situación para ver de dónde se sacan recursos para las dotaciones que nos hacían falta.
Pero, por arte de "birlibirloque", aparece el Sr. Ayuntamiento y dice que de resolución nada de nada, que se queda con los aprovechamientos que el privado no puede pagar y que, cuando esto remonte, se los venderá al mejor postor. ¿Puede un Ayuntamiento convertirse, de la noche a la mañana, en "especulador" inmobiliario, sin ruborizarse y, encima, querer quedar como salvador de la Patria? ¿Puede un Ayuntamiento generar aprovechamientos para quedárselos y venderlos cuando el mercado le sea favorable? (Seria un bonito tema de discusión).
Porque, no me negarán que, aquel que compra terrenos, no para su desarrollo, sino que los usa para venderlos cuando la situación le sea favorable, en mi pueblo le llamamos "especulador" ya que no hace nada más que esperar a que la situación le sea favorable, sin aportar valor añadido alguno.
Pero ahora viene la derivada de segundo orden, que es cuando el Sr. Ayuntamiento tenga que vender esos aprovechamientos que el privado no ha querido (no porque no los quiera, sino porque a ese precio no eran rentables, pero el Sr. Ayuntamiento, que es más listo, se los queda a ese precio).
Pues pocas opciones tenemos, la primera opción será malvenderlos y no recuperar la cantidad de dinero que habían pactado en el convenio. Por lo tanto, pasamos a recaudar menos de lo que necesitamos para dotar la zona (que por ahí habíamos empezado).
Pero, ¿Qué pasa con esos Equipamientos, esas Zonas Verdes y esas infraestructuras que eran necesarias?¿Qué pasa con todo aquello que era preciso dotar a la ciudad por estos desarrollos que sí se van a hacer?
Las obras costarán menos de lo previsto, debido a la deflacción generalizada por la crisis, pero en mucho menor medida que el precio de la vivienda, que habrá bajado mucho más, por lo que no tendremos dinero suficiente para hacer todo lo que nos habíamos comprometido a hacer en el convenio. ¿Qué hacemos ahora?
Dos alternativas:
Una: decir que no hace falta ni la mitad de las cosas que habíamos previsto, que habíamos sobrevalorado los déficits que tenía la zona y que, como tampoco estaba tan mal, con la mitad vamos sobraos. Al final, nos quedamos con un déficit que habrá que solventar algún día, después de que haya pasado el promotor privado y sólo quedemos nosotros, los ciudadanos.
Dos: Hacer todo lo que nos habíamos comprometido. En este segundo caso: ¿Quien pone la diferencia? Pues está claro, ésta sólo puede salir de un sitio, tú, yo, el otro, aquel, todos nosotros... menos los "linces" que decidieron quedarse con los aprovechamientos a unos precios desorbitados.
Entonces, al final de los finales, después de cualquiera de las dos alternativas, nos queda que tendremos que pagar nosotros la gran operación conveniada. Bonita operación. ¿No? 
¿Cual es la segunda opción? Venderlos por el precio establecido y hacer todo lo que se había estipulado. Pero esto no se lo cree, como dice mi madre, "ni el que asó la manteca" ya que el privado habría aplazado su ejecución, en lugar de prescindir de lo acordado.